Tutorías:
fortalecer la relación entre alumno y profesor
La acción tutorial es un importante recurso para fomentar una
buena relación entre los alumnos y los docentes y mejorar el rendimiento
académico
La figura del docente va más allá de ser el mero transmisor
de contenidos académicos. Enseñar es un concepto más amplio que incluye también
una labor de apoyo y asesoramiento para conseguir los mejores resultados
posibles en el rendimiento escolar de los alumnos. La tutoría es el principal
instrumento con el que cuentan los profesores para desarrollar esta actividad
complementaria a la didáctica del aula. Para que sea efectiva, es necesario que
los tutores determinen con antelación los objetivos que quieren alcanzar y
sigan ciertas pautas para crear un clima de confianza y fortalecer su relación
con los estudiantes.
Instruir
e impartir conocimientos es la principal función de un profesor, pero su
intervención con los alumnos no debe reducirse a ésta. La orientación en el
aprendizaje y el apoyo personal en su proceso educativo es también una tarea
fundamental de la actividad docente. La vía más idónea para ejercer estas
funciones complementarias a las académicas es la acción tutorial, un recurso
esencial para profundizar en las capacidades individuales de cada estudiante y
en sus actitudes e intereses, para lograr que su trayectoria escolar sea lo más
eficiente posible.
La tutoría como nexo de unión
La tutoría permite un mayor conocimiento personal entre el
alumno y
el profesor
La tutoría forma parte del concepto integral
de educación. Así lo señala Antonio Bernal, catedrático de Teoría de la
Educación de laUniversidad de Sevilla. Esta actividad, afirma
Bernal, es esencial para "individualizar la enseñanza y personalizar la
educación de los alumnos". Pero la tutoría entre alumnos
y profesores no tiene solo esta función. Es también un medio eficaz para
fortalecer las relaciones entre ambas partes, puesto que permite un mayor
conocimiento personal entre ellos y una interacción menos formal que la creada
cada día en el entorno de aprendizaje en el aula.
Esta
optimización de las relaciones es un elemento importante, sobre todo para
detectar las posibles dificultades que afectan al rendimiento
académico del estudiante, que solo se pueden abordar si hay un nexo de unión
que favorece la comprensión de los aspectos y circunstancias individuales de
cada alumno. La cercanía del tutor en estos casos es
fundamental para actuar a tiempo y ayudar a prevenir el fracaso escolar. Tal como reconoce Sebastián
Rodríguez, de la Facultad de Pedagogía de la Universidad de Barcelona, en su programa de
acción tutorial del Instituto Superior de Formación del Profesorado,
las investigaciones ponen de manifiesto "la relación que existe entre el
abandono de los estudios en Secundaria" y el sentimiento del alumno
de que "a nadie le importo".
Tutoría individual
La acción tutorial se puede llevar a cabo en grupo o de forma
individual
Tal
como establece la Ley Orgánica de Educación (LOE 2006), una
de las funciones primordiales del profesorado es "la tutoría de
los alumnos, la dirección y la orientación de su aprendizaje y el apoyo en su
proceso educativo, en colaboración con las familias". Esta labor tutorial puede
llevarse a cabo de dos formas: en grupo, con el conjunto o varios de los
alumnos de una clase, o de modo individual, para atender las singularidades de
un estudiante concreto.
Esta
última forma individualizada se materializa en la entrevista tutor-alumno, el
medio más eficaz para "generar una auténtica relación entre estudiantes y
adultos", tal como reconoce Sebastián Rodríguez. El anterior director de
Instituto Superior de Formación del Profesorado, Antonio Moreno, señala por su
parte que es necesario que el docente esté "dispuesto a crear un vínculo
afectivo con el otro a quien aspira transmitir conocimientos y ayudarle a
formarse como persona".
Priorizar necesidades
La
acción tutorial individual debe diseñarse de acuerdo al objetivo final que se
desea alcanzar con ella. Según los especialistas, estos pueden ser varios:
- Facilitar la integración del
alumno en el grupo de clase y en la dinámica
escolar.
- Detectar y resolver
dificultades o necesidades específicas del
estudiante.
- Resolver conflictos o incidencias con otros
miembros de la comunidad educativa (alumnos, profesores o dirección).
- Orientar y aconsejar al alumno sobre
su trayectoria académica o futuro profesional.
El tutor tiene que hacer un análisis previo a la entrevista para
conocer las necesidades del alumno
Una
vez marcado el objetivo de la entrevista, el tutor tiene que
hacer un análisis previo para conocer y evaluar las necesidades del alumno y
organizar la función tutorial. Para ello puede utilizar distintas fuentes, como
el expediente escolar, las opiniones contrastadas
de otros profesores o del tutor anterior o, incluso, los datos
contextuales que puedan aportarle desde la familia del estudiante y que pueden
influir en su trayectoria académica.
En
función de la información obtenida, los expertos recomiendan que el tutor planifique
la acción tutorial que se va a ejercer durante todo el curso y priorice los
aspectos sobre los que debe trabajar con más intensidad o urgencia.
Pautas para la entrevista
La
entrevista permite crear un clima de confianza entre el alumno y el tutor,
que es difícil de conseguir en el aula. Pero para alcanzar este nivel de
interacción es necesario que tanto el docente como el estudiante adopten
durante su transcurso una actitud abierta, relajada y colaboradora. Los
especialistas recomiendan a los tutores aplicar distintas pautas durante la
entrevista para propiciar este clima:
·
Realizar la entrevista
en un ambiente cómodo para ambas partes, sin elementos que puedan interrumpir
la conversación ni distraer al alumno.
·
No convertir la
entrevista en un monólogo, facilitar la intervención del estudiante con la
formulación de preguntas y la petición de su opinión respecto a los temas
tratados.
·
Evitar las
advertencias, amenazas o discusiones, intentar establecer un diálogo basado en
la asertividad, la paciencia y la comprensión.
·
No ir a la entrevista
con prejuicios previos y una actitud defensiva por la información que se haya
recabado con anterioridad. Hay que situar al alumno en su contexto pero no
condicionarlo por éste.
·
No abordar tan solo
las cuestiones problemáticas, intentar tratar y resaltar también los puntos
favorables del alumno y cómo pueden mejorar su trayectoria.
·
Utilizar conductas
verbales positivas como expresiones de apoyo, de aceptación y de consejo, y
evitar expresiones directivas o de reprobación.
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